Empiezo por la ausencia de todos; el NEGRO. Así es todo cuando no te leo, cuando no te encuentro. Así es tu vida, dices, casi cada día. Y matizo y con un poco de luz se vuelve GRIS. Gris marengo, gris perla, gris plata. Triste a veces, cuando oscuro, y fuente alegre cuando plateado sobre el mar se refleja.
El ROJO que no es sólo rojo si lo matizo con esos mejunjes que tu conoces, es carmín, magenta, fucsia, rosa, fresa, carmesí, granate, ... y otro sinfín pero para mí es pasión, es infierno, es descontrol y a veces contradicción. También es intenso, profundo, ardiente, cálido a veces y otras, como hoy, es tibio como el sol. Son rubíes, es mi sangre y la tuya, son mis sábanas y mi pijama, mis apasionados sueños y mis pesadillas...
El AMARILLO es oro, es paja, es ocre; es verano, es trigo, es sol, es calor, alegría estímulo, algarabía. Es ópalo, es resina, es vino blanco y cava y también malvasía y moscatel.
El NARANJA me despierta cada mañana, me recuerda mis vitaminas, algunos cítricos, las zanahorias, la calabaza, ... también los atardeceres y el MARRÓN puede ser pardo, o castaño, o cobrizo, también teja y quizá moreno a veces claro y otras oscuro y además es tierra, como tú.
El AZUL es mi palacio, como bien sabes, pero cuando es tuyo es marino, ultramar, es añil, violeta, malva y es turquesa, aguamarina y lapislázuli; es cielo, pálido, es día o es noche, es paz, aunque sea frío, es agua, mi signo... donde me siento bien y me gusta nadar.
El VERDE es de tus ojos, también de los míos, cuando no es esmeralda, es manzana, o botella, también es claro y oscuro, es fresco como la hierba recién regada, y además es hiedra, como mis piernas cuando te encuentran cada mañana.
Y finalmente el BLANCO, aunque me quedan miles según tu concepto. El blanco todo lo ilumina y no sólo es blanco, es crema, es marfil. Son mis paredes, las margaritas en mi jardín. Es el papel que yo escribo, que imagino que plasmo cuando estoy bien y cuando no. Es la tiza o el yeso que casi olvido. Es la nieve que añoro, el mármol que observo y el alabastro que recuerdo... Me hiere los ojos, con ese sol.
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